Recargada en el tiempo

En muchas ocasiones nos atoramos en el tiempo, nos quedamos enlazados a un espacio en el pasado, lo soñamos, lo vemos en nuestros pensamientos, influye diariamente en nuestro presente. 

Debemos cerrar ciclos.

Por años estuvieron ahí la casa abandonada de mi juventud y el taller de ropa de mi papá. Estáticos, y yo sin atreverme a enfrentarlos. El tiempo y las circunstancias me llevaron a ellos hace poco, para ordenar el desorden y limpiar el pasado.

Me encontré con espacios vacíos de personas, pero llenos de polvo y de memorias: los techos rotos y enmohecidos, objetos de mi infancia que me regresan en el tiempo, los adornos de migajón de mi mamá, su vestido de novia, las cortinas con dibujos japoneses, los espejos con molduras de flores, el reloj en forma de estrella, y el tiempo… Y el tiempo congelado en el pasado.

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